Jorge Neri, el cambió climático está acá, luchemos contra él
Jorge Neri avisa de que el cambio climático ya está aquí###############################texto para spin###################################
La unidad, como principio, tiene muchos planos importantes de aplicación y entendimiento para el desarrollo personal y colectivo, que tanto precisa la humanidad en estos instantes y que son claves en la construcción de un mundo más humano, justo y regenerativo que propone Cambio16.
En el plano personal, es impostergable que procuremos la unidad entre la psique, el cuerpo y el ánima. Esa unión es el camino para la auténtica evolución de cualquier humano. Una de las tareas más bastante difíciles que tenemos, singularmente en Occidente, donde la mayor parte de la existencia se orienta a la estimulación de la psique, es desarrollar una educación orientada al equilibrio entre la mente, el cuerpo y el alma para acceder a otra realidad, que no está al alcance de la psique. Precisamente, accediendo a otra realidad vamos a poder abrir los ojos a una nueva forma de existencia, a un despertar de la conciencia y a una dimensión superior del comprensión.
Hemos avanzado muchísimo en el conocimiento científico. Está realmente bien. Nos ha traído progreso, salud y larga vida, muchas cosas buenas, pero hemos dejado en un segundo plano 2 aspectos esenciales como son el cuidado del cuerpo –nuestro bienestar físico–. Indispensable para el funcionamiento de todas nuestras herramientas orgánicas, y el descubrimiento de la inteligencia y la sabiduría del ánima. Con la psique conquistamos el espacio y podremos vencer el cáncer, pero no vamos a conocer el amor, la compasión, la clemencia, la bondad, la generosidad y el perdón.
En el plano social, en la sociedad, la falta de unión se refleja de una forma todavía más clara. Y es obvio. Si no logramos el primer plano de unidad –la de nuestro cuerpo, psique y alma–, ¿cómo vamos a entender la unidad social? ¿De qué forma vamos a entender que todos los seres humanos somos parte de una misma unidad y, por consiguiente, estamos interconectados? ¿De qué manera comprenderemos que del bienestar de cada individuo depende el bienestar de todos? Por mucho que una persona se sienta poderosa y también intocable por su poder o bien riqueza, es una ilusión procurar separar su bienestar del resto de los humanos y pretender una existencia autónoma.
Si alcanzáramos el primer plano de unidad personal comprenderíamos que la dicha y la prosperidad (riqueza) está en el dar y no en el percibir (vas a recibir el doble de lo que das). Esa es la llave que nos dejaría la creación de una sociedad más justa, con una reducción substancial en la creciente brecha entre haga clic aquí para obtener más ricos y pobres. Nos permitirá, sobre todo, pasar del yo al .
La unidad social cobra singular relevancia en instantes en que la pandemia del SARS-CoV-dos sigue causando sufrimiento y pérdidas económicas, y para su exterminación es esencial que las vacunas lleguen a todos los países. A todos. Sin excepciones. El bienestar de cada uno de ellos depende del resto. Lamentablemente proseguimos empeñados en conceptos arcaicos. Vemos las fronteras como muros de separación y no como vías de integración entre diferentes.
Si cada país solo procura su bienestar, impide que las soluciones sean eficaces, que sean soluciones verdaderas y no manotazos al viento. Qué triste es ver que preferimos mayores costes económicos (cierre de economías y fronteras de muchos países) por no darle acceso a todos y cada uno de los países a las vacunas (liberación de las patentes), lo cual costaría mucho menos y terminaría con el problema. Nuestra ceguera nos lleva a perpetrar verdaderas barbaridades.
En el plano de la naturaleza, la unidad también es de gran importancia. La crisis medioambiental y la pérdida de la biodiversidad han probado que los seres humanos y la naturaleza somos una misma unidad. Interdependientes los unos de los otros. Estamos todos en exactamente el mismo navío y sería ridículo o, peor, absurdo, pensar que solo parte del bote se hundirá.
Hasta el momento en que no veamos la existencia como un todo, una unidad perfecta, nos va a tocar enfrentar problemas considerablemente más graves que la pandemia y no siempre vamos a salir indemnes. La unidad rige este mundo. La raíz de todos los problemas que vivimos, y los que apenas se asoman con el cambio climático, siempre y en toda circunstancia es la misma: no entender la fuerza de la unidad en el plano personal, social y medioambiental.
Es momento de una profunda reflexión. La humanidad tiene que seleccionar entre caminos antagónicos. Una elección crucial: de ella depende nuestro futuro, el tuyo y el mío. El camino del egoísmo, del sálvese quien pueda, que nos llevaría tristemente a más sufrimiento, o bien el de la unidad, en donde todos y cada uno de los seres vivos somos esenciales y estamos interconectados, que nos conduciría a la corrección de problemas y a afrontar los retos como un todo. Sería el comienzo de la solución hacia otro mundo mejor.